Helen, amore!
¿Qué? ¿Huelo bien? Ji, ji, ji...
¿En serio crees todavía en el Espíritu de la Navidad? Graciosa la niña. Vamos, que voy a vivir con una ilusa.
¡Ay, Helen! Desde que tu primita planificó el día de hoy, esta pareja se ha reído pensando en ti más, que cuando piensa en tu marido saltando el potro por el camino verde. Y es que, parecéis una pareja muy divertida. Creo que vivir con vosotros va a dar más de si que un monólogo de Leo Harlem.
Voy a enseñarte el making off de todo. Observa:
Un día, haciendo manuales en clase pensó: ¿Y por qué no...? Se lo contó a su marido en el metro aquella misma noche camino a una cena y rieron, rieron, rieron... Luego me lo contaron a mi y claro, yo reí, reí, reí...
El pasado jueves con un poquito de material y algo de maña la niña hizo una réplica y juntos reímos, reímos, reímos...
Luego los recuerdos del momento:
Después, una llamada telefónica por la noche y un millón de gracias tuyas hicieron remover alguna conciencia. Pero duró poco, rieron, rieron y rieron.
Hoy, en la entrega a la tía Beni han estado de lo más ceremoniales. Cuidado, no se rompa, cuídala. Pero luego en el coche siguieron riendo.
Pero cuando más han reído es desde que han hablado contigo a mediodía. Has dicho muchas cosas: "Tía Beni, ¿has traído algo para mi?" "A mi me da igual cuando vengáis, yo ya tendré la colonia"... Como dice tu prima: "Uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras". Se han ofendido tanto con lo que has dicho que están hablando de buscar un viaje al Caribe para estas Navidades. Eso sí, siguen riendo.
Mua!
